Recomendaciones para el uso correcto de las mochilas escolares
La carga diaria que realizan los escolares desde tempranas edades puede producir dolores y problemas de espalda si no se realiza de forma correcta, por lo que se recomienda que padres y educadores restrinjan al mínimo indispensable el transporte diario de material escolar.
Los niños no deben portar una carga que supere el 10 % de su peso corporal, por lo que es importante, a la hora de elegir la mochila más adecuada, que ésta tenga un refuerzo en la zona lumbar y tirantes anchos, y todavía mejor si dispone de un tercer tirante o cinturón para atar a la zona lumbar.
En el reparto de la carga, el Ministerio de Sanidad aconseja a la hora de seleccionar la mochila que ésta sea cercana a la espalda y en posición vertical, y que el peso esté repartido equilibradamente. La mochila debe colgarse siempre de los dos tirantes, y no de uno solo.
Consejos para cargar peso correctamente
- Usar mochilas con correas anchas y acolchadas, y con respaldo acolchado.
- Usar mochilas con ajustes firmes, procurando mantener la bolsa a unos 5 cm arriba de su cintura.
- Repartir el peso. Llevar siempre la mochila por las dos correas y jamás por una sóla, para no sobrecargar uno de los hombros.
- Hacer ejercicio. Practicar algún deporte o ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda.
- Organizar la mochila poniendo los libros más pesados cerca y pegados a la espalda, y manteniendo cada cosa en su lugar.
- Si se lleva una mochila con ruedas, siempre hay que mantener la columna recta y no curvada.
- Limitar el peso del contenido y evitar transportar cargas inútiles. Si la mochila es muy pesada, el niño se ve obligado a arquear hacia delante la columna vertebral o a flexionar hacia delante la cabeza y el tronco para compensar el peso.
- Utilizar las dos manos para coger la mochila, doblar las rodillas e inclinarse para levantarla.
Evitar que los niños sobrecarguen su mochila
El exceso de peso en las mochilas es un grave problema porque genera consecuencias irreversibles y a largo plazo para los niños. Puede provocar desde una escoliosis infantil, hasta una cifosis o una artrosis precoz. En algunos casos, puede impedir el correcto crecimiento de los huesos de los niños.
Debemos pues insistir en un mejor uso de las taquillas para que los niños se acostumbren a llevar en la mochila solamente lo imprescindible, tanto durante el día escolar como a la hora de irse a casa.