Individualización en la educación II parte – Los deberes, esa asignatura pendiente
Segunda parte del artículo “Individualización en la educación” que D. Agustín Aycart, director del CBS, The British School of Seville, ha publicado en el último número de la revista Avanza.
Una práctica muy habitual, en los centros escolares, es mandar deberes para que los niños completen su aprendizaje en casa, o para que afiancen lo aprendido en el colegio. Al que no los hace, se le castiga y al que los hace mal, se le corrige, pero no se investigan las verdaderas causas de lo que ha pasado. ¿Por qué no ha hecho los deberes? ¿Estaba saturado después del Colegio? ¿No tiene las habilidades suficientes para hacerlos? ¿No está motivado?
Es muy importante que estemos atentos a aquellos niños que no disfrutan del trabajo. En el CBS elaboramos periódicamente un listado de estos niños y vemos en cada caso cuál es el problema y cómo podemos resolverlo, esto no es un trabajo que se desarrolla de hoy para mañana, esta forma de actuar da resultados si perseveramos en ella.
Dentro de nuestro ideario decimos que para nosotros lo realmente importante es enseñar a los niños lo gratificante y placentero que supone el mero hecho de aprender. Es esencial que los niños quieran venir al Colegio cada día, que les divierta mucho más entrar en las diferentes clases a quedarse fuera de ellas.
Dentro de nuestra política de aprendizaje en casa, marcamos una referencia de tiempo que se debe dedicar a las tareas en casa. Este tiempo es variable según la edad del alumno, pero siempre se intenta evitar que tengan carga de trabajo después de la jornada escolar, para evitar ese sobreesfuerzo del que huimos. Sin embargo, siempre recomendamos que los niños realicen tareas en las jornadas no lectivas, sobre todo en los periodos vacacionales, para evitar una desconexión total que tampoco nos ayuda a la hora de mantener un desarrollo óptimo de las habilidades esenciales para el futuro del niño.
En todo caso, el aprendizaje en casa debe cumplir unas características muy específicas:
- Tener un objetivo claro de lo que se quiere desarrollar.
- Ser creativos sin que la originalidad los haga pesados.
- Deben ofrecer varias propuestas, para que el alumno pueda elegir la que más le guste.
- Ser asumibles por el alumno.
- Ser planificables, las tareas se deben proponer para hacerlas a lo largo de una semana, no para el día siguiente; de esta forma, el niño puede hacerlas durante el fin de semana, quedando las tardes libres para descansar.
Espero que los nuevos grados universitarios, como es la neurodidáctica, aporten nuevas formas de conseguir que ningún niño se aburra en clase. Y ya que la ciencia ha demostrado que, para que la creatividad se desarrolle, es tremendamente importante que el niño sí se aburra, proponemos que lo haga por las tardes, cuando haya terminado su jornada escolar. Es en ese momento cuando debe tener tiempo para desarrollar su creatividad, impidiendo que se distraiga con aparatos electrónicos, televisión, etc.
Con esto no digo que los niños no deban estar apuntados a algunas actividades extraescolares, pero no debemos abusar de ellas y, en todo caso, deben ser actividades deportivas, artísticas y huir de esas actividades extraescolares más académicas. Desde luego, si vienen a nuestro Colegio, ya habrán desarrollado esa parte académica suficientemente durante la jornada escolar.
Sobre todo, los niños deben aprender sobre lo que les gusta y así les gustará aprender sobre todo
Agustín Aycart
Director
CBS, The British School of Seville
Director
CBS, The British School of Seville