Gamificación: Aprendizaje y juego
Vivimos en una época de innovación educativa constante en la que continuamente se acuñan nuevos términos para definir iniciativas que todo profesional dentro del mundo de la docencia sabe que son un éxito.
En este caso, hablamos de la gamificación, o la idea de utilizar el juego como una forma de aprendizaje absolutamente fructífera.
Los niños son seres curiosos por naturaleza, y está demostrado que no hay forma mejor de aprender con ellos que jugando. Si mezclamos nuestras clases habituales con jornadas de gamificación, los resultados están servidos. En el ejemplo de hoy, traemos a los niños de Year 8 y su proyecto de aprender jugando en alemán. Este proyecto consistía en recibir unas clases de lengua alemana sobre un tema en concreto. Una vez recibidos la información, la actividad propuesta consistía en que cada grupo crearía un juego de mesa en el que sus compañeros, al jugarlo, aprenderían y reforzarían los contenidos estudiados previamente. Así, hoy hemos recibido en clase relojes de arena hechos con vasos de plástico; monopolis en alemán, adivina quién soy, crucigramas, sopas de palabras, pictionaries, bingos…
En este proyecto mezclamos cognición (contenidos de alemán), creatividad (los niños tienen que inventarse un juego ellos mismos y crearlos con sus manos); habilidades sociales (al ser trabajo en equipo) y, por supuesto, diversión.
No son conscientes de lo mucho que están aprendiendo en la ronda de juegos que han tenido en la clase de hoy, donde todos han podido probar los que han traído sus compañeros y fardar de los suyos propios.
Lo podemos llamar gamificación, como las nuevas tendencias sugieren, o lo podemos llamar lógica… pues, ¿qué mejor forma de captar el interés de un niño hacia el aprendizaje, que comenzando una clase diciendo:»¿jugamos?».
Miss Eva