Nuestros alumnos aprenden a ahorrar para invertir y no solo para gastar
No son pocas las veces que he asistido al debate sobre lo que tiene más peso para ser feliz. Los puntos que generalmente se ponen sobre la mesa son: la salud, el dinero o el amor.
Lo cierto es que la abundancia en los tres puntos no es sinónimo de felicidad. Conozco personas que físicamente gozan de una genética envidiable, que disponen del dinero en abundancia y que tienen cerca a seres que le quieren y a los que amar; y sin embargo, no logran ser felices. Por contra, hay personas que sin gozar de una buena salud y sin una economía que les permita ciertas licencias, son realmente felices.
Viendo el trabajo del Dr. Martin Seligman, considerado el padre de la psicología positiva, podemos asegurar que la felicidad no depende directamente de ninguno de esos tres factores. El Dr. Seligman nos propone otros cinco factores y otras tantas vías a través de su modelo PERMA para poder ser una persona feliz.
Aunque ni el amor, ni la salud, ni el dinero en abundancia son factores ni suficientes ni necesarios para ser feliz; conocer la forma correcta de sentirlos, mantenerlos, usarlos y conseguirlos sí que contribuye a establecer metas que hacen que el camino hacia alcanzarlas sea en sí la razón de ser. Esta es una forma excelente de aprender a disfrutar del esfuerzo.
Para ser fieles a nuestro objetivo fundamental “Queremos que nuestros hijos sean felices mientras se forman para que lo sean en el futuro”, en el CBS, The British School of Seville, desarrollamos programas para que los alumnos aprendan los cinco factores para llegar a la felicidad según el modelo PERMA, utilizando todas las vías que nos presenta la psicología positiva. Para ello, trabajamos desde los principios y valores éticos contribuyendo a que aprendan a convivir a través de programas de desarrollo de la inteligencia emocional y social; a cuidar de su salud a través de la nutrición, la vida activa, la higiene y el descanso; y también a usar de forma eficaz y cuidar de sus finanzas.
Consultando el informe PISA 2018, el rendimiento medio en competencia financiera de España fue de 492 puntos, algo significativamente inferior al promedio de los países que pertenecen a la OCDE, con 504 puntos. Esto es un indicativo más de la necesidad de introducir en los colegios españoles más formación sobre finanzas.
El programa que estamos desarrollando en el CBS tiene como objetivo la introducción de contenidos básicos de finanzas en las aulas, siguiendo las recomendaciones de la OCDE, potenciando en los alumnos sus conocimientos, destrezas y habilidades para motivarlos a comprender conceptos clave como el ahorro, la inversión, los ingresos, el presupuesto personal y el consumo responsable. La competencia financiera es transversal y complementa al resto de competencias del currículo. Algunas de las áreas temáticas que se trabajan, son las que establece PISA en Competencia Financiera:
- Dinero y transacciones
- Planificación y gestión de las finanzas personales
- Riesgo y beneficio
- Panorama financiero
Se dice que una vez le preguntaron al físico alemán Albert Einstein cuál era la fuerza más poderosa del universo y que este, sin dudarlo, respondió: el interés compuesto; es decir, la reinversión de los intereses. Si combinamos el interés compuesto con el ahorro y aportaciones periódicas, nos encontramos ante lo que pudiéramos considerar la octava maravilla del mundo.
Con el presente programa, que iniciamos con actividades extraescolares en KS4 y KS5, y que vamos a continuar curricularmente en los próximos días con Yr10, haremos posible que los alumnos comprendan lo que Einstein quería decir refiriéndose al interés compuesto: ahorrar una cantidad para dejarla invertida añadiendo aportaciones periódicas, reinvirtiendo los intereses producidos y así, con el tiempo suficiente, llegar a la libertad financiera. Entenderán que no es fácil tener todo lo que se quiere, y que el esfuerzo para conseguir objetivos es fundamental. Queremos que nuestros alumnos aprendan a soñar y a convertir esos sueños en objetivos alcanzables. De esta forma, podrán saber que el esfuerzo que supone encaminarse hacia una meta propuesta por uno mismo, es una vía perfectamente válida para poder disfrutar. A esto le podemos llamar motivación.
Agustín Aycart
Director de CBS, The British School of Seville
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