La importancia de educar en valores
Qué es educar en valores
Educar en valores no es más que otra forma de decir que a los niños hay que darles una educación, una forma políticamente correcta de expresar que si queremos que nuestros hijos sean personas socialmente competentes, deben ser respetuosos, responsables, solidarios, honestos y empáticos, por nombrar algunas de las características que más valoramos en las personas.
Educar a un hijo no es solamente llevarlo a un colegio, sino ser nosotros, los padres, los que le enseñemos qué es la vida, lo que la gente espera de nosotros, lo que podemos esperar de la gente y lo que puede suceder si hacemos aquello que no nos gustaría que nos hicieran.
Una cosa es dar libertad y que el niño la utilice para crecer y explorar nuevos caminos y posibilidades y otra muy diferente es que el niño la utilice para molestar y actuar de un modo desagradable tanto para su familia como para los demás. En el segundo caso, probablemente, el niño está diciendo de manera enmascarada, que lo que nosotros creemos que es libertad es más bien permisividad y que a todo niño le va bien un padre que ejerza como tal, estando con él, dándole ejemplo y diciendo, cuando es necesario: Mira, esto puedes hacerlo mejor de esta otra manera.
Cómo se educa en valores
Educar en valores en realidad es algo muy obvio y todo muy lógico pero quizás precisamente porque son cosas “de cajón”, muchos padres las olvidan, o no las ponen en práctica.
Lo primero a tener en cuenta es que los niños son, en cierto modo, el reflejo de lo que nosotros somos. Dice una sabia frase que “educar es todo aquello que hacemos cuando no estamos educando”, que viene a decir que los niños aprenden mucho más de lo que ven que hacemos que de lo que les decimos que tienen que hacer.
Sólo por el hecho de convivir con nosotros, sólo por el hecho de estar con nosotros mientras nos relacionamos con otras personas, mientras solucionamos problemas, mientras argumentamos, mientras actuamos responsablemente, etc., ellos van asimilando cuál es nuestro sentido de la responsabilidad, cuáles son nuestros valores y, algo muy importante, cuán consecuentes somos con lo que predicamos o hasta dónde llegamos a la hora de defender nuestras creencias (algo así como demostrar que nuestros actos son coherentes con nuestras palabras).
Lo segundo que puede ayudar a educar (en valores) a un niño es tener claro que no podemos exigirle que esté de acuerdo en todo lo que le decimos. Nuestra misión no es llenarles de opiniones y contenidos como si fueran un libro en blanco y esperar que los interioricen y actúen en base a ello, nuestro objetivo tiene que ser simplemente ayudarles a pensar, explicarles las cosas de manera sincera y clara, de manera que entiendan nuestras motivaciones y las razones que hacen que actuemos de un modo determinado para que ellos entiendan qué hay detrás de cada acto. Es más importante que entiendan por qué respetamos a los demás y por qué tratamos de ser buenas personas que no que sepan, simplemente, cuáles son los actos que están bien o mal.
Para ello es recomendable hablar, hablar mucho con ellos. Preguntarles, dialogar sobre nuestra manera de ser y actuar, querer conocer sus opiniones y buscar sus argumentos a favor y en contra de lo que hacemos. Si los niños ven que nuestras acciones son consistentes, si ven que somos consecuentes con nuestras palabras, si ven que somos respetuosos, sinceros y honestos, y si entienden por qué lo hacemos, es muy probable que acaben actuando del mismo modo.
Y lo tercero que debemos tener en cuenta es que el camino no es fácil, que no somos perfectos y que nuestros hijos tampoco lo serán. En ocasiones lo haremos mejor y en otras peor. Lo importante y lo que ayuda a crecer (a los niños y a nosotros mismos) es ser capaces de poner en relieve nuestras carencias para mejorar. Podemos explicarles honestamente que nos hemos equivocado en algo, podemos pedir perdón, podemos fijar como objetivo hacerlo mejor la próxima vez y podemos explicárselo porque es una buena manera de que vean que ellos también se equivocarán muchas veces y que, si se lo proponen, pueden también tratar de hacerlo mejor.
Todo ello nos ayudará a transmitir nuestras creencias, nuestros valores y nuestra manera de ver el mundo. Ellos deben ser libres para escoger sus propios valores y sus propios principios, pero nosotros (y nadie más) tenemos la obligación de proporcionarles los fundamentos, la base, a través de nuestras opiniones, nuestras elecciones, nuestras buenas acciones y nuestra conducta.
Los niños hacen lo que ven. Children see, children do.
Si os interesa este tema, os dejamos el enlace de un debate en La 2 sobre la Educación en valores.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-debate-educar-valores/2142549/
Fuente de la información:
http://www.bebesymas.com/educacion-infantil/que-es-educar-en-valores-y-como-se-hace
Autor: Armando Bastida